El Dilema de Goldilocks en la IA: Desacuerdos entre Powell, Huang y Amodei — El Futuro de la Generación Z en Juego

Contexto del debate sobre la IA
¿Demasiado caliente, demasiado frío o justo lo correcto? Esta fue la pregunta clave en la fábula de Ricitos de Oro. Ella irrumpió en la casa de tres osos y, dependiendo de la versión, escapó por una ventana, jurando no volver a cometer tales faltas, o fue objeto de algún tipo de castigo espantoso, típico de un cuento popular del siglo XIX.
La generación Z que entra en el mercado laboral (de aproximadamente 13 a 28 años) se enfrenta a una pregunta mucho más urgente en su mente: ¿Con qué gravedad afectará la revolución de la inteligencia artificial (IA) a sus carreras? Las predicciones varían, y en el verano de 2025, destacados líderes empresariales y económicos han expresado sus posiciones. Jensen Huang, el multimillonario fundador del indispensable fabricante de chips de IA Nvidia, se sitúa en un extremo del argumento, mientras que Dario Amodei, CEO de la vanguardista startup de IA Anthropic, está en el otro. En medio de esta ecuación de Goldilocks se encuentra nada menos que Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal.
Dario Amodei: Sonando la alarma
Dario Amodei, CEO de Anthropic, ha surgido como el pesimista más vocal. En una serie de entrevistas y apariciones públicas, Amodei advirtió en una entrevista con Axios que la IA podría eliminar hasta el 50% de los trabajos de oficina para principiantes en los próximos cinco años, lo que podría llevar al desempleo en EE. UU. a un 20%. Apuntó a la rápida adopción de modelos de IA avanzados, como el Claude 4 de Anthropic, que ya están automatizando tareas que antes eran exclusivas para el personal junior en campos como tecnología, finanzas, derecho y consultoría.
“Nosotros, como productores de esta tecnología, tenemos el deber y la obligación de ser honestos sobre lo que viene”, dijo Amodei. “La mayoría de ellos no son conscientes de que esto está a punto de suceder. Suena loco, y la gente simplemente no lo cree.”
Las advertencias de Amodei tienen cierto respaldo en datos: la contratación de nuevos graduados por parte de las grandes tecnológicas ha disminuido un 50% desde 2019, y se registró una caída del 25% en la contratación de nuevos graduados de 2023 a 2024. Los nuevos graduados representan solo el 7% de las contrataciones en las grandes tecnológicas. Una encuesta reciente del Foro Económico Mundial muestra que el 40% de los empleadores esperan reducir su fuerza laboral en áreas donde la IA puede automatizar tareas entre 2025 y 2030.
Jensen Huang: Transformación, no destrucción
Jensen Huang, CEO de Nvidia, ofrece un contrapeso más optimista—aunque matizado. Si bien reconoce que la IA cambiará el 100% de los trabajos, Huang insiste en que los temores de desempleo masivo son exagerados. En cambio, argumenta que la IA redefinirá el trabajo, automatizando tareas rutinarias pero también creando nuevos roles y oportunidades.
“Estoy seguro de que el 100% de los trabajos de todos se cambiarán. El trabajo que hacemos en nuestros empleos será diferente. Pero es muy probable que—mi trabajo ya ha cambiado”, dijo Huang en una entrevista reciente con Fareed Zakaria de CNN.
Huang cree que la clave para prosperar en la era de la IA es abrazar la alfabetización en IA. Advierte que quienes no se adapten corren el riesgo de quedarse atrás, pero también señala la aparición de nuevos caminos profesionales en formación de IA, etiquetado de datos e integración de sistemas.
Jerome Powell: El centrista cauteloso
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ocupa un terreno intermedio, reconociendo tanto los riesgos como el potencial de la IA. En testimonios ante el Congreso y en foros internacionales, Powell ha afirmado que el impacto de la IA en la economía y el mercado laboral será “significativo”, pero el momento y la escala siguen siendo profundamente inciertos.
“Por supuesto que hay una posibilidad de que, al menos al principio, la IA reemplace muchos trabajos, en lugar de simplemente aumentar el trabajo de las personas”, dijo Powell a los legisladores. “A largo plazo, la IA puede aumentar la productividad y generar más empleo, pero es una tecnología transformadora, con efectos que son incognoscibles.”
Powell ha enfatizado que el banco central está monitoreando de cerca los efectos de la IA, pero subrayó que las respuestas políticas deben venir del Congreso, no de la Reserva Federal. También ha citado investigaciones que sugieren que la IA generativa podría aumentar el PIB global en un 7% durante una década, aunque con la advertencia de que hasta 300 millones de empleos en todo el mundo podrían verse afectados.
Es probable que este debate sobre la IA afecte a la generación Z en los próximos años, y solo el tiempo dirá si realmente se encuentra en un entorno laboral de “Goldilocks”.
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